Seguro que alguna vez has pedido que te compraran algo y lo querías ¡¡¡ya mismo!!! A veces deseamos conseguir las cosas inmediatamente, y es normal. Pero otras veces lo mejor es esperar.¿Recuerdas a Samuel? Él sabía que, si tenía paciencia y era disciplinado, podía fabricar su primera barca y su primera red. Tardaría treinta días, lo que era mucho tiempo, pero consideró que merecía la pena esperar.Si quieres comprarte una bicicleta y ves que está disponible en una tienda y que cuesta cien euros y tú tienes justo ese dinero en la hucha, puedes ir y comprarla ya mismo, si así lo deseas.Pero si esperas dos meses, empezarán las rebajas y la bicicleta costará ochenta euros en vez de cien.¿Qué harías? ¿Serías impaciente o ahorrador?TEORÍA DEL TEST DE LA GOLOSINAEn la década de 1970, dos psicólogos de la Universidad de Stanford hicieron un experimento con niños de entre cuatro y seis años.A cada uno le dieron una nube de azúcar y le propusieron dos opciones:Podían comerse la nube en ese momento.Podían esperar y, si al cabo de un rato no se la habían comido, les darían otra y así tendrán dosEl test de la golosina nos enseña que, aunque queramos las cosas enseguida, a veces nos conviene esperar. Esto se llama DEMORA DE LA GRATIFICACIÓN.¿Y CUÁNDO NOS CONVIENE ESPERAR?Cuando sabemos que, si esperamos, conseguiremos algo más o mejor que si no esperamos.Por ejemplo, si en una fiesta te regalan muchas chuches, puedes comértelas todas (y arriesgarte a que te EXPLOTE la barriga) o puedes comer solo unas pocas para que te duren más días (y no te sienten mal).Cuando sabemos que sí nos conviene esperar, lo mejor que podemos hacer es recurrir al mismo truco que usaron los niños del test de la golosina.¿Sabes qué hicieron para no comerse la primera nube y así conseguir otra más tarde? ¡Distraerse con otras cosas! Por ejemplo, mirando hacia otro lado, cantando, moviéndose, etcétera. Tuvieron paciencia y esperaron su recompensa.
Seguro que alguna vez has pedido que te compraran algo y lo querías ¡¡¡ya mismo!!! A veces deseamos conseguir las cosas inmediatamente, y es normal. Pero otras veces lo mejor es esperar.¿Recuerdas a Samuel? Él sabía que, si tenía paciencia y era disciplinado, podía fabricar su primera barca y su primera red. Tardaría treinta días, lo que era mucho tiempo, pero consideró que merecía la pena esperar.Si quieres comprarte una bicicleta y ves que está disponible en una tienda y que cuesta cien euros y tú tienes justo ese dinero en la hucha, puedes ir y comprarla ya mismo, si así lo deseas.Pero si esperas dos meses, empezarán las rebajas y la bicicleta costará ochenta euros en vez de cien.¿Qué harías? ¿Serías impaciente o ahorrador?TEORÍA DEL TEST DE LA GOLOSINAEn la década de 1970, dos psicólogos de la Universidad de Stanford hicieron un experimento con niños de entre cuatro y seis años.A cada uno le dieron una nube de azúcar y le propusieron dos opciones:Podían comerse la nube en ese momento.Podían esperar y, si al cabo de un rato no se la habían comido, les darían otra y así tendrán dosEl test de la golosina nos enseña que, aunque queramos las cosas enseguida, a veces nos conviene esperar. Esto se llama DEMORA DE LA GRATIFICACIÓN.¿Y CUÁNDO NOS CONVIENE ESPERAR?Cuando sabemos que, si esperamos, conseguiremos algo más o mejor que si no esperamos.Por ejemplo, si en una fiesta te regalan muchas chuches, puedes comértelas todas (y arriesgarte a que te EXPLOTE la barriga) o puedes comer solo unas pocas para que te duren más días (y no te sienten mal).Cuando sabemos que sí nos conviene esperar, lo mejor que podemos hacer es recurrir al mismo truco que usaron los niños del test de la golosina.¿Sabes qué hicieron para no comerse la primera nube y así conseguir otra más tarde? ¡Distraerse con otras cosas! Por ejemplo, mirando hacia otro lado, cantando, moviéndose, etcétera. Tuvieron paciencia y esperaron su recompensa.<br>
正在翻译中..