La creencia es que si los niños entienden por qué hay que comer verdura o lavarse los dientes, lo harán convencidos y de buen grado. Pero nada más lejos de la realidad. Es imposible que un niño entienda realmente la importancia de la higiene bucal o las consecuencias de una caries. Se ha de lavar los dientes después de cada comida, aunque no lo entienda ni esté de acuerdo; de hecho, lo ha de hacer por obediencia, que no significa de mal rollo o un castigo