Usar la intervención psicológica para atender a los pacientes con cirrosis puede hacerlos más conscientes de la cirrosis y aumentar la confianza en la cura de la enfermedad. Desde la perspectiva de este estudio, la satisfacción psicológica del grupo experimental con intervención psicológica fue del 93,85%, que fue significativamente mayor que la del grupo control con el 64,28%. La diferencia fue estadísticamente significativa (P