Al respecto, Roberto DaMatta (1982) plantea que el deporte es tanto parte de la sociedad como la sociedad es parte del deporte. En esa dirección, partiendo de la teoría del ritual, toma al deporte como un drama social donde la sociedad se deja percibir y leerse a sí misma, proponiendo el estudio de las apropiaciones diferenciales que se realizan de esta práctica.